sábado, 27 de septiembre de 2014

El adiós del más grande Yankee, Derek Jeter. #RE2PECT


Desde heroicos Cuadrangulares en Series Mundiales y momento tras momento en jugadas claves en partidos durante toda su carrera, ese podría ser el resumen de la carrera de “Mr. Clutch” Derek Jeter.

Mientras estaba en el campo, empequeñecido por la historia, frágil por la edad, respiro hondo tras respiro hondo, con los pies en la tierra, cámaras brillando, carteles por todos lados, mientras que al “Capitán” le sentenciaban un 3er strike, ese podría ser el último momento en el que Derek Anderson Jeter pusiera sus pies en la grama, en ese campo, en ese estadio, portando el uniforme de rayas Yankee..

“No se cómo jugué”, dijo en una entrevista más tarde, tras mandar al Yankee Stadium a la órbita por una última vez, un hit de la victoria en su último partido en casa, 6-5 el marcador , un final de película para una carrera increíble.

“Traté de estar tranquilo, frío y sereno con todos ustedes. Estas últimas semanas han sido cada vez más y más difíciles”, admitía.

“Un par de veces casi me perdía en el primer inning, me decía: “Por favor, que no me gane el sentimiento.” Me decía eso en la misma 9na entrada, no se cuantas veces me he dicho eso en mi carrera, realmente pensé que me iba a deshacer y no controlaría mis sentimientos.”

“Y en el siguiente momento me entero de que nos han empatado el juego.”

Este fue Jeter como nunca lo hemos visto, todo un lío después del partido, drenado por la emoción que ha sido perfectamente embotellada, durante los últimos 20 años, como una botella de vino de las más caras.

“No lo sé”, el dijo. “No sé que decir.”

“Escriban lo que quieran en su artículo y pongan mi nombre al final.”

En esa situación yo tengo el nombre perfecto para ponerle a ese artículo y de algo que estamos 100% seguros es que: “En el momento clave, Derek responderá”

En ese momento, su último juego en Yankee Stadium, había una duda existencial en el aire y varias especulaciones: ¿jugará en su siguiente serie en Boston?.
7 horas después tras varias porras y gritos de la afición el dijo su respuesta: No jugará como shortstop en Boston.

“Acabo de jugar mi último juego como shortstop,” declaró, “quiero llevarme algo especial del Yankee Stadium, y la perspectiva como shortstop esta noche, eso es lo que me quiero llevar.”

Una casa llena, ovaciones de pie, sus compañeros de equipo colgados de los barandales del dugout durante toda la noche, el drama, la magia.. sí, sin duda no habrá un mejor momento para el como el de esa noche.
¿Qué podría ser más especial?

“Casi me soltaba a llantos, cuando venía manejando hacia el estadio hoy,” Jeter dijo, “venía solo por mi cuenta, podría haberme perdido en el sentimiento y lágrimas y nadie se hubiera dado cuenta, cuando llegué mis compañeros me presentaron algo antes del juego y estuvo a punto de perder la cordura, pero tenía que mantenerme firme.”

Así estaba un record de multitud en la temporada durante esa noche, 48,613 personas estaban en cada posible rincón de ese lugar, viendo a su Mickey Mantle, viendo a su Joe DiMaggio, viendo a su Babe Ruth dar su despedida. Aunque los aplausos eran ensordecedores cada vez que Jeter caminaba hacia la caja de bateo, el sentimiento más emotivo fue expresado en silencio por uno de los fans a base de un cartel que decía:

“I Want to Thank the Good Lord for Making Derek Jeter a Yankee.”
(Quiero Agradecer al Buen Señor por haber hecho a Derek Jeter un Yankee.)

Amén a eso, especialmente en el momento en el que Jeter logró conectar un doble productor en la 1ra entrada y marcar la carrera del empate para rápidamente borrar el liderato 2-0 de Baltimore. Los verdaderos creyentes de la “Leyenda Jeter” inmediatamente estaban en alerta alta, y el estadio se convirtió en un lugar ensordecedor.

Pero el tiempo ya ha estado en contra de Jeter por un tiempo, y el hombre que solía hacer ver las cosas tan fácil (a pesar de que nunca fueron) en su mayoría se ha visto superado las últimas veces. Estos últimos meses han sido de negociaciones con el Padre Tiempo en vez de revisitar las glorias del pasado.

Y así fue como en la 2da entrada bateo para un rodado a segunda base, y en la 5ta, el lanzador Kevin Gausman sopló una recta calentadora de 97 millas por hora que pasó por delante de el para su strike número 3.

Llegando a la 7ma entrada, había caja llena, un out, juego empatado, Jeter a la caja de bateo, logró conectar la bola en picada hacia el shortstop J.J Hardy y cometió un error en el lanzamiento a la segunda base. En ese momento los Yankees se fueron arriba 4-2 e incluso Jeter pensaba en esos momentos, eso es más que suficiente para la victoria.

Luego hubo más, David Robertson, uno de los mejores cerradores de la liga, logró desperdiciar la ventaja de 5-2 en la 9na entrada, un cuadrangular de 2 carreras por parte de Adam Jones que puso el juego 5-4

Pero incluso con el juego 5-4 y dos outs, llegó Steve Pearce y conectó un cuadrangular para empatar el juego 5-5 en la 9na entrada.
Que manera tan grosera de comportarse por parte de Baltimore en la noche de Jeter..

Jeter estaba programado para ser el 3er bateador en la parte baja de la 9na entrada.

“Capitán Clutch” admitió que en unos momentos durante esa noche, estaba pensando en lo impensable.

“Estaba casi pensando, Joe (manager del equipo) sácame de aquí, antes de que haga algo que nos cueste el juego.” Dijo.

Jose Pirela abrió la entrada con un sencillo, Brett Gardner dejo caer un perfecto toque de bola para sacrificio y entro un corredor emergente, Antoan Richardson a la 2da base.

Y el siguiente en el orden, Jeter.

En la primera fila detrás del home plate bajaron de una de las suites su padre Charles, su madre Dot, su hermana Sharlee y su sobrino Dot.

Al primer lanzamiento, el hit de la victoria.. un sencillo clásico de Jeter, con su swing de adentro hacia afuera, y una vez más el estadio se volvió absolutamente loco. Su sobrino, Dot, estaba llorando mientras lo acercaron a su tío a la segunda base, su familia estaba en el mismo campo, fue simplemente el momento más emotivo de su vida.

Y en un momento de la nada llega Joe Torre, Jorge Posada, Bernie Williams y  el legendario, Mariano Rivera, todos juntos a felicitar a Derek.

“Los fans gritan “Gracias Derek” pero me pregunto, ¿Por qué me agradecen?, simplemente estoy tratando de hacer mi trabajo.” Dijo.

A medida que la adulación se vierte sobre el, fue y camino solo en la zona del campo corto, se quitó su gorra y la tomo de la punta, y se arrodilló con vista hacia el jardín izquierdo.

“Quería una última vista desde el campo corto”, dijo.
 
“Yo siempre hago una pequeña oración antes de cada juego,” Jeter dijo, explicando que básicamente lo que dijo fue “Gracias” al momento en el que se arrodilló en el pasto. “Esto es básicamente lo que siempre quise hacer, y no mucha gente le dan la oportunidad de hacerlo. Está por encima y más allá de lo que me llegue a imaginar.”

“Hé vivido el sueño desde que tenía 4 o 5 años. Parte del sueño ha terminado ahora.”

Derek habló de su gira de despedida a durante la temporada, los sentimientos que surgían y confeso que a veces era como estar viendo su propio funeral, lo cual, admitió, ya que su carrera en el beisbol estaba llegando a su final.

“Se que hay muchas personas que han tenido más talento que yo a lo largo de mi carrera”, dijo. “Honestamente puedo decir que no creo que haya alguien que jugó más duro que yo, tal vez igual de duro, pero no más.”

“Todos los días, salía y tenía respeto por el juego. Lo hice aquí en Nueva York, lo cual no es fácil de hacer.”

Jeter llegó al Bronx hace 20 años, han pasado momentos como el “juego del tirón” en el 2001, en Nueva York en aquellos días horribles por el 9/11, cuando aconsejo al presidente George W. Bush al momento de hacer el primer lanzamiento y aquél cuadrangular en la 10ma entrada en contra de los Diamondbacks en las series mundiales del 2001. El viejo Yankee Stadium tembló literalmente, estuvo más ruidoso que nunca.

Desde el cuadrangular que fue por interferencia de un niño de 12 años en juego en contra de los Orioles en los playoffs de 1996, su cuadrangular para comenzar el juego en las Series Mundiales del Subway en el 2000, las dramáticas series de campeonato en contra de Boston en el 2003 y 2004 y cuando los Diamondbacks sorprendieron a los Yankees en las series mundiales del 2001, en los puntos más altos y más bajos de su carrera, nunca había visto a Jeter tan emocional como el Jueves 26 de Septiembre del 2014, su último juego en casa como Yankee.

En serio, Jeter habría imaginado que sucedería todo eso a o largo de su carrera? Incluso en alguno de sus sueños más locos?



                                                                    #RE2PECT

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